De aventuras venturosos y aventurados pero sin bienhechores
Atrás quedaron las PASO y con ello también han quedado atrás varias iniciativas que nada tienen que ver con lo electoral. Las intenciones de algunos protagonistas de las PASO pasaron por otros parámetros, que fueron realizados a sabiendas que era imposible el siquiera acercarse a la posibilidad de participar en octubre. Ahí se colocan los aventureros, a quienes sólo los animó el afán de figurar en una boleta, ya que cuando se les pregunta por sus postulados no saben siquiera lo que significa la palabra.
En este abanico también están aquellos a quienes les da lo mismo una pertenencia ideológica de izquierda, de derecha o de centro. Está todo bien mientras yo pueda estar dicen en voz baja.
Los venturosos son menos pero se sitúan en un marco de la política vernácula en el cual consiguen apoyos que giran bajo la consigna “ el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y con eso avanzan inescrupulosamente confundiendo a la comunidad y haciéndoles creer a algunos que vienen a salvar al mundo de la tiranía. Por cierto tienen fortuna o buena suerte.
Es peligroso! Implica riesgo! Allí están los aventurados… a pesar de esos riesgos avanzan con su idea, la exponen, la debaten y a pesar de esos riesgos intentan alcanzar el resultado buscado. No hay muchos y también tienen sus propias cofradías… se cuidan y se celan… se abrazan y a la vez se desconfían. Están ahí, siempre… y seguirán estando.
Los bienhechores son los que no están. No figuran. No aparecen… aunque los hay.
Los necesitamos, el país los necesita, la patria los necesita… y Luján también.
