24 de febrero de 2025
Familiares, amigos testigos y vecinos ponen en duda la versión del robo y aseguran que la víctima fue asesinada injustamente solo por el hecho de no ser de Olivera.
La víctima, Jeremías Sosa, de 31 años, trabajaba con el padre, de albañil, construyendo piletas, era casado y padre de dos hijos. Había llegado a Olivera para visitar a su madre y en la noche, un grupo de entre 15 y 20 personas lo golpeó hasta dejarlo sin vida.
No hay denuncias de robos, no estaba armado, nadie sale a robar solo y sin armas un sábado a las 21,30 horas casa por casa en Olivera cuando está todo el mundo en la calles o cenando sostuvieron algunas personas.
El hecho se produjo cerca de las 22 en la calle Juan XXIII entre Reconquista y Remedios de Escalada. La versión policial sostiene que Sosa habría intentado robar en varias viviendas y que vecinos lo redujeron hasta la llegada de los efectivos.